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capítulo 50 (comentario)

texto: capítulo 50

El origen de la existencia ostentosa es el soplo sutil de lo que parece que ya se está consumiendo. Lo ostentoso se derrumba, lo sutil permanece siempre fértil.
El cosmos, de inmensas estrellas de fuego abrasador, de galaxias que giran en órbitas fabulosas, todo ello tiene su origen en la misteriosa parturienta: Valle sin montes ni hondonadas, Espíritu que es como el viento, Inmortal porque es madre tanto de la vida como de la muerte.

La verdadera existencia es como el soplo del viento en el valle. No se puede atrapar ni con la mirada ni con la razón. Se la siente como si fuera desaparecer, como si fuera el eco de algo grande que ya murió, pero siempre está, siempre se desplaza, imprevisible, de ella nacen todas las cosas tangibles.
La fertilidad del hombre que es sencillo como el valle y que es viento como el Espíritu, esa fertilidad es imperecedera, porque ha echado sus raíces en el Origen.

texto: capítulo 50

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