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capítulo 66 (comentario)

texto: capítulo 66

En la naturaleza no existen hechos especialmente asombrosos ni hechos insignificantes. Todo es asombroso y, al mismo tiempo, todo es normal. Es el ser humano, que se opone a lo natural, el que busca el asombro en hechos prodigiosos y da la espalda a las cosas pequeñas por no considerarlas interesantes.

Sin embargo, las empresas de envergadura sólo culminan y perduran cuando han descrito en su desarrollo todo el camino natural en el que no ha ocurrido nada que no haya sido consecuencia evidente de lo anterior. Por eso han quedado afianzadas dentro del orden cósmico y no han de temer la inestabilidad.

A golpes de milagros no se construye un Reino espiritual, como tampoco con severas restricciones que se opongan al proceso natural del ser humano será posible encontrarse con Dios. Todo lo que existe tiene un sentido, y el que avanza en el Camino no debe entrar en conflicto con su propia realidad humana.

Querer brillar significa no ser brillante, querer destacar significa sentirse inferior, demostrar destreza es considerarse torpe, jactarse de los éxitos significa confesarse fracasado. El que avanza en el Camino muestra la Luz de la cual es testigo, pero la deja brillar sin pretender asumir ningún protagonismo.

texto: capítulo 66

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