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capítulo 57

comentario: capítulo 57

Un infortunio es un escaño hacia el Cielo,
es el regalo del destino para el caminante.
Una desgracia vale lo mismo que el honor,
es tan valiosa como lo es el propio cuerpo.

¿Por qué un infortunio es como un escaño?
¿Cómo entender que se trata de un regalo?
Porque vacía al hombre de sí mismo,
y, una vez vacío, lo llena de nuevo espíritu.

¿Por qué una desgracia es como un honor?
¿Cómo es que vale tanto como el cuerpo?
Porque el cuerpo satisfecho es una cárcel,
y sólo la desgracia abre todas sus puertas.

El que entrega su cuerpo por amor al mundo
recibe al mundo como regalo de su libertad.
El que, por amor, se vacía de sí mismo,
ése se conservará a sí mismo para siempre.

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