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Todo aquel que sepa humillarse
a su tiempo será engrandecido.
El Camino de la perfecta rectitud
es el Camino de la flexibilidad.
El que se vacía de sí mismo,
ése será llenado y colmado.
El que deja morir lo viejo de sí
permite el brote de lo nuevo.
A aquél que busca poseer poco
es mucho lo que se le ofrece.
Quien se llena de muchas cosas,
ése ya no puede recibir nada más.
El sabio se mantiene en la Unidad
y por eso alcanza la multiplicidad.
Lo que es verdaderamente valioso
eso siempre permanece escondido;
por eso el sabio nunca se exhibe
y da testimonio desde el anonimato.
No hace ostentación de sí mismo
y por eso mantiene su brillo;
no reconoce mérito en sus obras,
y por eso todas ellas son meritorias.
Anula el mayor obstáculo: su persona,
así es conducto entre Cielo y tierra.
La Verdad no necesita rivalizar
porque está afianzada en el Origen.
El sabio se deja oprimir porque sabe:
“todo aquel que sepa humillarse
a su tiempo será engrandecido”,
y su sabiduría se conserva intacta.
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