KYRIE ELEISON

     

   

el castillo y el viento

     

introducción


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Dentro de un mundo de ideas religiosas ya demasiado endurecidas por el paso del tiempo, donde la posibilidad de cualquier reconciliación es racionalmente imposible, se impone una visión de la espiritualidad mucho más abierta.
La espiritualidad cristiana y la de otras culturas compiten como si no procedieran de un mismo Dios. Y sin embargo estamos constatando continuamente paralelismos que nos obligan a reflexionar.
El Yahvé de los judíos, el Padre de Jesucristo, ¿no es acaso el mismo Padre de todos los hombres? ¿Habló Dios sólo a un pueblo, o más bien ese pueblo quiso tomar a Dios como propiedad suya?
Cada vez más se hace necesario hablar de la espiritualidad desde el corazón, con los símbolos que sean más sugerentes en cada momento, pero donde la alusión a textos de libros paradigmáticos (la Biblia, el Corán, etc.) no signifique un intento de atraer adeptos a una tendencia espiritual concreta, sino de acercar a los hombres hacia Dios, haciendo uso de todo aquello que Él ha dejado en el mundo por medio de aquéllos que hablaron impulsados por Él. Sean de la cultura que sean.

En este minúsculo libro: “El castillo y el viento”, se utilizan símbolos y textos bíblicos, pero desde otra óptica diferente.
“Un Reino cuyo Rey no acusa, sino que libera, y al que se accede llenándose de Amor, y así ser como el viento para poder salir de las mazmorras del tirano. Nuestro Rey no necesita destruir para extender su Reino.”
Esta idea, expresada con símbolos cristianos, sin embargo está presente en toda forma de verdadera espiritualidad. Es un mensaje que está impreso en el corazón de todo ser humano desde el principio de la historia de la humanidad.