KYRIE ELEISON

     

ESPÍRITU (2)

   

HOKDS

      E

libro 4 - capítulo 05


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  Dios nos impulsa desde abajo y nos llama desde arriba. En medio queda el vacío de Dios: el reino rectilíneo y despiadado del falso dios.
Desde abajo, toda la creación divina es impulsada, sin distinciones ni preferencias. Cada día encuentra su comida el tigre y la gacela, el buitre y el jilguero. Y también la serpiente. Y a todos Dios alimenta, y sobre todos llueve, y para todos sale el sol.
A ningún animal, como a ningún hombre, se le niega la paz y el consuelo, la alegría y la belleza.
Mas cuando las cosas se alinean y se cuadriculan, cuando todo tiende a ser previsible, entonces el rey de lo inexorable, el falso dios, se apodera de ellas y las ancla en su reino de oscuridad.

Sólo lo nuevo existe: Y lo que se renueva conserva su existencia. Lo que se mueve en línea recta, está quieto. Lo que se mueve en círculos que se repiten, cae en el olvido cósmico.
La presencia de Dios siempre es nueva y sorprendente, lo que está sujeto a la ley no obedece al impulso divino, sino que está sumido y atrapado en el reino de la oscuridad, que es el reverso del ser.

Pero lo oscuro es el pavimento del camino hacia la luz. El reverso del ser, duro como la roca, debe existir también. Para que podamos encaramarnos, escalar y correr hacia la plenitud en Dios.
 

05 - a

Llega el hombre al universo y Dios, que le impulsa desde abajo, le llama también desde arriba.
Y el hombre mira hacia abajo y ve a un Dios que determina su destino mediante su providencia, y dice: “Todo lo que sucede es porque Dios lo permite. Él, omnipotente, determina mi destino, así que debo ser de su agrado para que me colme de bendiciones.”
Y mira hacia arriba y ve a Dios Padre, que es Amor, y dice: “Dios me ama y no me desea ningún mal, en ninguna circunstancia.”