DESTRUID ESTE TEMPLO Y YO LO RECONSTRUIRÉ EN TRES DÍAS 

 

 

TEMPLO

 

Por entre las grietas del fracaso y la frustración mana el Espíritu divino,
es el naciente del río de la autenticidad y de la Paz duradera.
No en los templos, sino donde está el vacío de Dios, ahí cabe Dios.
No voy a buscarlo a su casa, porque yo mismo soy su casa:
Yo soy Templo divino; conmigo lo llevo a donde quiera que vaya,
y voy allí donde Él me lleva, donde las pasiones pueden derribarme.
No me lleva a juntarme con los buenos, con los cumplidores de leyes,
donde se levantan elevadas murallas de protección contra el mal,
que miran afuera y no se dan cuenta de que han dejado al mal dentro.
Él me lleva donde no está Él, sino su vació, allí donde Él cabe,
donde el acantilado se esconde tras la bruma y no hay donde asirse.
¡Estoy resbalando! ¡El acantilado está a mis pies! Me agarro a mi cruz.