anterior

índice

siguiente

el buen Pastor

Salmo 023

El Señor es mi pastor, nada me falta.
Por prados de fresca hierba me apacienta. Hacia las aguas de reposo me conduce, y conforta mi alma; me guía por senderos de justicia, en gracia de su nombre.
Aunque pase por valle tenebroso, ningún mal temeré, porque Tú vas conmigo; tu vara y tu cayado, ellos me sosiegan.
Tú preparas ante mí una mesa frente a mis adversarios; unges con óleo mi cabeza, rebosante está mi copa.
Sí, dicha y gracia me acompañarán todos los días de mi vida; mi morada será la casa de mi Padre a lo largo de los días.


En tu presencia, Señor, todos mis deseos se desvanecen,
embelesado de Amor, me dejo guiar por ti.
Pero la plenitud de tu presencia no debo apropiármela:
hay que cruzar un valle tenebroso, guiado sólo por la fe en tu Amor.
Y así iluminar lo que está oscuro, y compartir y consumir mi dicha,
haciendo dichosos a los que no te conocen, mostrándoles tu Luz.

anterior

índice

siguiente