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alabanza por la bondad de Dios

Salmo 092

Bueno es dar gracias al Padre y cantar en el Nombre Altísimo del Amor, y pregonarlo desde por la mañana con testimonio de obras, y comprobar su lealtad a todas horas.
Tus signos no faltan ni un instante. Pido una señal, ¡y ahí está!. Por eso grito: “¡Qué grandes son tus obras, Papá, qué hondos tus pensamientos!” 

Los que viven cegados por las cosas materiales, los adoradores de lo visible, no comprenden estas cosas: No quieren dejarse engañar y por eso viven engañados.
Yo lo digo con fuerza, y que mis palabras resuenen en los corazones hermanos:
Vale más la pena consumir la vida en la fe, y dejarse embelesar por sus inasibles recompensas, que tenerlo todo bien sujeto con la fuerza del puño de la razón.
En nuestra fe creemos en lo que no vemos, y también creamos lo que aun no existe. Pero los que se aferran a lo sólido, con lo sólido se hunden, porque nada permanece para siempre excepto la propia renovación por medio del Amor, en el lecho del candor.
El que lleno de Amor se mantiene en la fe, aspira de la propia matriz de la naturaleza la fuerza de la vida, y de lo alto, la Fuerza del Espíritu.

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