anterior

índice

siguiente

retrato del príncipe virtuoso

Salmo 101

Quiero cantar el Amor y la Justicia. Para ti, Padre, salmodiaré.
Quiero ser perfecto, como perfecto eres Tú, Padre,
que cuidas y mantienes en vida a justos e injustos.
¿Cuándo dejaré de desear el fracaso de mi enemigo?
¿Cuándo dejaré de regocijarme en su dolor?
¿Cuándo llegarás hasta mí, Padre, para regalarme tu perfección?

Quiero poder mirar al villano con misericordia.
Aun detestando su conducta, no quiero detestar al extraviado.
No quiero alejar al perverso que Tú me acercas,
ni decirle al malvado con desprecio: “No te conozco.”
Deseo de corazón ser Luz para el que infama a su prójimo,
para el de ojo altanero y corazón hinchado.

Nosotros no somos mejores, y ¡ay del que sólo cumple leyes,
y piensa que así no se le notará la podredumbre de su corazón!
Porque agentes de engaño hay muchos dentro de los templos,
y muchos mentirosos predican y hasta rigen las iglesias.
Pues no entra en el Reino el que tiene las manos limpias,
sino encallecidas por el duro trabajo del verdadero Amor.

anterior

índice

siguiente