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Los que fueron puestos sobre la tierra, y en ella jugaron y disfrutaron destruyendo indiscriminadamente lo que no les pertenecía, y acaparando lo propio y lo de los demás, ésos igual que llegaron se irán, el falso alimento que les engordó les reclamará como propiedad suya.
Los que fueron puestos sobre la tierra y se preguntaron el origen de su existencia, sintieron que su vida entrañaba una responsabilidad y se pusieron de parte del Origen, ésos volverán al Origen, pues el alimento que en vida les sustentó, le reclamará como propiedad suya: Éste es el destino de los siervos del Amor.
Por eso, bendecid al Padre todos los servidores del Amor, en el santo Templo del profundo silencio interior, en los atrios del eterno Reino de Dios.
¡Guardas del Templo: Por las noches alzad las manos como signo de bendición! ¡Alimentaos siempre de Aquél que todo lo llena de Vida, impregnando lo perecedero con la esencia del Origen, el eterno Amor del Padre!
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