KYRIE ELEISON

     

aprisco

   

 

      E

libro 2 - epílogo


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  El que piense que lo que aquí escribo son sólo mis puntos de vista, se equivoca. Yo no estoy aquí ni digo lo que digo por mi propia voluntad, mas, si es mi voluntad, es porque Él ha hecho que mi voluntad y la suya se fundan en una sola.
No soy yo el único testigo de Dios, ni Él tiene ninguna consideración especial conmigo. El que haya sido llamado a hablar, que hable, y el que haya sido llamado a callar y simplemente a actuar, que obedezca igualmente.
Si debiendo hablar callo, luego habré de dar cuentas al Padre por mi cobardía. Como tendría que rendir cuentas el que habló sin que Dios se lo ordenara.
Él no va a premiarme por mis palabras, que ni siquiera son mías, sino porque, hablando, muero en mí mismo por el bien del Reino, pues propicio que se me juzgue, se me excluya y se me ridiculice.