KYRIE ELEISON

     

eucaristía

   

 

      E

capítulo 12

SOBRE LA REALIDAD ESPIRITUAL


anterior - índice - siguiente

             
  Nadie puede situarse a sí mismo dentro del ámbito espiritual, sino que es Dios el que determina el lugar que le corresponde a cada hombre en cada momento.
Si yo estoy donde Dios ha dispuesto que esté, puedo ser humilde o soberbio, y en consecuencia mi eficacia como siervo de Dios será mayor o menor, pero no por eso dejo de estar en mi sitio.
Si yo ocupo un lugar que he elegido pero que no me corresponde, por muy humilde que yo me muestre, Dios me llevará a mi verdadero sitio, porque no es por mi humildad por lo que adquiero unos derechos, sino por algo que está por encima de mí y de mis actitudes.

Los hombres no debemos buscar un lugar donde situarnos por derecho, sino que debemos buscar a Dios, y Él nos situará donde nuestra eficacia sea plena.

A medida que nos alejamos de lo material, los "lugares" pierden su significación. El hombre que ha renacido verdaderamente en el espíritu es como el viento. ¿Dónde está? Nada se puede premeditar en cuanto a él, lo que parece que habría de hacer, no lo hace, lo que parece que habría de ocurrirle, no le ocurre. Lo imprevisto toma el mando.