Eucaristía

Sermones y amonestaciones en los púlpitos, ¡qué lejos están muchas veces de conducir a los hombres hacia esta realidad!
Les digo: "están equivocados", y se suben por las paredes llenos de rabia. Quieren eliminarme.

Yo pertenezco al Reino, y por eso lo conozco. Como hacen los niños, así hago yo: lo que veo lo digo.
Y lo que veo es que a base de cumplir ritos, de obedecer normas, de estudiar teología, de asumir culpas, y de otras muchas cosas, no se llega al Reino de los Cielos.

Cuando se tiene claro el objetivo que se quiere alcanzar, todo esto puede ser válido: los medios están al servicio de una finalidad.
Pero cuando los medios y la finalidad que se persigue se confunden, entonces vemos a los hombres caminando en círculos que se abren y se cierran sin conducir a ninguna parte.

La finalidad es el Reino, y el medio son las instituciones.
¿Cómo dicen las iglesias: "Nosotros somos la verdadera iglesia."?
Los medios no son ni verdaderos ni falsos, solamente pueden ser eficaces o ineficaces.

La única institución verdadera es el Reino de los Cielos.