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Lo realmente difícil no es encontrar palabras que expresen la Verdad eterna, lo realmente difícil es llegar a concebir y comprender la Verdad misma. Los pilares de la sabiduría excelsa son los mismos desde el principio del universo, y muchos hombres los han encontrado y han hablado de ello. Sus palabras están escritas, al alcance de casi todos, y allí donde más falta hacen más fácil resulta encontrarlas. Y sin embargo no hay fruto, todo sigue estéril, porque no basta comprender racionalmente unas palabras, es necesario pasar a través de ellas y llegar a impregnarse del mensaje que las originó.
El Amor, Origen de todo lo que existe, la sobriedad, soporte fundamental de la Justicia, y la humildad, principio de la Dignidad humana, son pilares propuestos desde antiguo, no sólo por Lao Ze, sino por los maestros espirituales de todos los tiempos. Sin haberse conocido, todos establecen los mismos principios, lo que certifica la validez del hallazgo, y sin embargo la humanidad sigue el camino contrario, aún habiendo leído las palabras de los maestros, aún creyendo haberlas entendido. El Mal ha de crecer hasta su cenit para que la humanidad algún día recupere la cordura de su Origen.
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