KYRIE ELEISON

     

eucaristía

   

 

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capítulo 29

EL PENSAMIENTO OCULTO DE DIOS


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  Las cosas no son más reales porque se haya tomado conciencia de ellas, al contrario. Para tomar conciencia de algo debo alejarme y observarlo, y en este acto de alejarme ya estoy privando de realidad al objeto de mi observación.
Si yo tomo conciencia de mí mismo, me alejo de mí, porque yo únicamente puedo observar lo que no es yo mismo.
El Padre toma conciencia de sí mismo en el Amor al Hijo.

¿Qué sentido tiene todo esto?
Nos empeñamos en conocer, en tomar conciencia de las cosas para poder poseerlas, y, en tanto que las poseemos, ya no nos pertenecen.

Cuando mi amigo musulmán invoca a Alá, Dios Padre, que es Alá mismo, le escucha y le llena del Espíritu de su Hijo. ¿Es realmente necesario que mi amigo tome conciencia de esto?
Sólo hace falta tomar conciencia de la existencia de Dios cuando se está lejos de Él. Sólo cuando los hombres se niegan a darse los unos a los otros es necesario tomar conciencia de la identidad del Hijo.

¿Por qué no conseguimos entrar en el Reino de los Cielos? Porque queremos poseerlo. Queremos trazar un camino perfectamente asfaltado y señalizado de manera que no exista error posible.
Este camino lo construimos con nuestros conocimientos, lo trazamos intentando tomar conciencia de todo, para que todo esté bajo nuestro control.

¿Dónde esta el Reino?: Aquí y ahora. Pero los hombres no lo ven y salen a buscarlo allí y después. Y no lo consiguen.
¿Por qué? Porque necesitan poseerlo todo tomando conciencia de las cosas, y así las desposeen de su realidad.